La reina asturiana, Urraca

La reina asturiana, Urraca (1133-1179?)

 hija ilegítima del rey y emperador Alfonso VII de León. Casada en dos ocasiones, Urraca fue reina de Navarra y tras la muerte de su primer marido, reina de Asturias, tierra por la que siempre sintió una gran devoción y donde protagonizó un intento de secesión sofocado por su propio hermanastro. 

Urraca Alfonso, conocida como “la Asturiana”, nació en Aller, Asturias, en 1133, fruto de una relación entre el rey Alfonso VII de León y la noble Gontrodo Pérez.

Siendo todavía una niña, Urraca se casó con el rey García Ramírez de Pamplona, de más de cuarenta años de edad. De aquel enlace, fruto de un acuerdo político entre su padre y su marido, nacería una hija, Sancha Garcés. Seis años después, en 1150, Urraca quedaba viuda y decidió entonces volver a su tierra natal con el beneplácito de su hermano quien la nombró reina de Asturias. Instalada en el palacio de Alfonso el Casto en Oviedo, Urraca dedicó su vida a gestionar las tierras donadas por su padre y ayudó a fundar instituciones religiosas. Hacia 1163 se casó en segundas nupcias con Álvaro Rodríguez de Castro, con quien protagonizaría un intento de independencia del reino de Asturias, rebelión que fue abortada por su propio hermano, rey desde la muerte de su padre, en 1157. De su segundo matrimonio nacería un hijo, Sancho Álvarez de Castro. 

Aunque no está del todo clara la fecha de la muerte de Urraca, al parecer vivió sus últimos años en Palencia, después de ser expulsada de su amada Asturias por orden expresa de su hermano el rey. La fecha más probable de su muerte se sitúa en torno al año 1179.