Montse Calleja

Montse Calleja

Ourense, 1973.

Estudios realizados: Doctora en Ciencias Físicas por la Universidad de Santiago de Compostela.

Campos científicos de trabajo: Nanotecnología y biosensores.

Su formación científica ha recorrido medio mundo: Estancias predoctorales en el ETL-Tusukuba (Japón), CNR-Istituto di Spettroscopia Molecolare (Italia) y postdoctorales en el MIC (Dinamarca). Todo esto, y mucho trabajo duro, se tradujo en el Premio de Investigación “Miguel Catalán” en 2012 de la Comunidad de Madrid para investigadores menores de 40 años. Y sin embrago, ser una punta de lanza en nanotecnología, no le ha supuesto ninguna barrera familiar. Está felizmente casada y tiene dos hijos que ella misma define como “lo más relevante de nuestras vidas” aunque “antes tenía tiempo para pintar o para ir al Festival de Música de Benicassim.”

El grupo de investigación que dirige en el departamento de Dispositivos, Sensores y Bisensores en el CSIC es puntero a nivel internacional en ese campo apasionante de la Ciencia que es la Nanotecnología. Sus avances son muy importantes. Por ejemplo, han desarrollado nanohilos de silicio que permiten pesar proteínas individuales lo cual es muy importante para el estudio de enfermedades como el cáncer.

Su papel relevante en la Ciencia española actual se pone de manifiesto al ser evaluadora de la ANEP (Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva) que tiene, entre otras misiones, mejorar la capacidad del sistema público de Ciencia y Tecnología. Ejerce también este papel para la Unión Europea.

Ha sido editora invitada de la revista Sensor. Revista referente a nivel internacional en el campo de sensores (biológicos, químicos, físicos,…).

Por otro lado, esta científica también tiene una vena emprendedora importantísima. Es promotora y cofundadora de la empresa de nanotecnología Mecwins que se dedica a comercializar tecnología, como sensores para medicina (desarrollados por su propio grupo de investigación) y explota patentes del CSIC. 

Dados los momentos de crisis que vivimos, y que en el campo de la investigación está haciendo estragos, esta investigadora siempre se ha mostrado como una defensora del capital humano ante la crisis: 

En cuanto a la relación Mujer y Ciencia, ella misma nos da su opinión: “Considero que tiene un papel muy relevante, es verdad que los números nos hacen ver que aún existe el famoso techo de cristal; hay menos mujeres en los puestos de decisión, esto es un hecho. En mi opinión, responde a menudo a la decisión personal de las investigadoras de prestar especial atención al equilibrio de la vida familiar y laboral. La solución para romper este techo de cristal es la implicación igualitaria de los hombres en la conciliación familiar. Veo día a día que esto está ocurriendo entre nuestros científicos hombres, sobre todo entre los más jóvenes. Desde aquí mi homenaje y enhorabuena a esos buenos científicos y padres entregados.”

Queda completamente justificada su inclusión entre las Top 100 del 2013. Un ejemplo para todos.